febrero 28, 2022

Acoso escolar. Cómo abordarlo

CÓMO SABER QUE LE ESTAN ACOSANDO

-Lo más frecuente es que no diga nada en casa. Incluso puede llegar a negar la evidencia. Piensan que si lo cuentan son unos chivatos o cobardes.

Nos lo dice con sus cambios en el comportamiento y en su actitud negativa ante el colegio:

  • Dolores de cabeza o de tripa antes de ir al cole. En     días que no hay cole desaparecen.
  • Disminuye su rendimiento escolar.
  • Cambia su carácter: más irritable, contestatario.
  • Da excusas extrañas a lo que le pasa.
  • Alteraciones en el sueño o apetito.
  • En casos graves ideas de suicidio
  • Amenaza o pega sus hermanos pequeños.

 

¿QUIÉNES  SON LOS AGRESORES?

  • Cualquier niño en determinadas circunstancias puede llegar a  ser un acosador.
  • Unos atraviesan en casa situaciones problemáticas: divorcio, abandonismo…
  • Otros son o han sido ellos mimos víctimas.
  • Algunos se unen al agresor “porque lo hacen los demás” o su líder negativo..
  • Los hay que trasladan su humillación y angustia con estas conductas.
  • Otros quieren aparentar ser los más fuertes y conseguir las cosas humillando o por la fuerza. Se sienten poderosos humillando.
  • Algunos están tan necesitados de atención, que aunque sea atención negativa practican estas conductas.
  • Se sienten inseguros ante el “niño diferente” y le atacan.
  • TODOS son infelices y casi siempre fracasados escolarmente.

 

¿POR QUÉ SE METEN CON EL?

  • Puede ocurrir a cualquier niño. Depende de las circunstancias.
  • A veces porque son estudiosos y alabados por los profesores.
  • Han sido sobreprotegidos por los padres y no están acostumbrados a enfrentarse a ninguna dificultad.
  • Tiene pocos amigos (el tener muchos es una vacuna contra el acoso escolar.)
  • Son torpes en las relaciones con los demás: gastan bromas pesadas, no saben actuar en grupo, les ven como pesados.
  • Tienen alguna diferencia: física, llevan aparatos, gafas, muletas …

 

LO QUE  NUNCA DEBEN HACER LOS PADRES

  • Creerle “ a pies juntillas” sin comprobaciones mínimas.
  • Reprocharle, culpabilizarle. Lo que necesita es ayuda.
  • Exteriorizar angustia, enfrentarse al agresor o ir directamente a los padres. Es el colegio quien tiene que tomar medidas y el psicólogo entrenarle en asertividad.
  • Decirle que tiene que solucionarlo él mismo. Si supiera cómo, ya lo habría hecho. Decirle que si le pegan que pegue.
  • Decirle que son cosas de chiquillo.
  • Culpabilizarle de alguna manera, aunque sea sutil: “algo habrás hecho, si es que te metes en todas”…

 

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